La Educación Pública tiene quien la defienda
Por Silvia Rojkes*
Estamos a días de una de las elecciones más importantes para nuestro país. Realmente se pone en juego la democracia. La intención de quebrar la República e imponer una tiranía tal como lo propone la candidata a vicepresidenta de Milei, debe ser una alerta y un llamado a la reflexión a toda la ciudadanía, especialmente a los sectores que siempre acompañaron, defendiendo la participación, la soberanía política y el funcionamiento de los poderes de un estado democrático, y hoy dudan sobre a quién votar.
Es cierto que vivimos como dice Francois Dubet, “La época de las pasiones tristes” donde se desconfía de las democracias representativas, acusadas de corruptas, catapultadas estas ideas principalmente a través de las redes sociales, generando ira, miedo y transformación de las desigualdades. Creando un nuevo individualismo, frustraciones, odios desde estas nuevas derechas, que van creando un nuevo sentido común, rompiendo profundamente el tejido social para que lo colectivo sea algo lejano, difuso y no creíble. Sociedades atomizadas, desarticuladas. Desigualdades individuales que se viven dolorosamente, sobre las que actúan, sin filtros, estas políticas de muerte.
Todo lo que viene del Estado debe demolerse, como idea superadora de la crisis de la democracia.
Cómo se puede sostener la propuesta de La Libertad Avanza sobre la tenencia de las armas de fuego, y su libre circulación, sobre la venta de órganos como si vender el hígado o una córnea fuera cuestión de oferta y demanda y que el mercado lo regule, la contaminación de nuestros recursos naturales, especialmente nuestros ríos como una cuestión de decisión personal; que el calentamiento global y sus consecuencias, los desastres naturales, no existen. Que las ciencias sociales no aportan nada. Los padres son dueños de sus hijos y por lo tanto deciden sobre ellos como objetos que se pueden ofertar al famoso mercado. Sin entrar en las tenebrosas manifestaciones con connotaciones sexuales perversas que pone de ejemplo “niños envaselinados”. Solamente por nombrar algunas de sus propuestas explicadas a través del grito, la violencia y su motosierra, en nombre de una libertad que representa al egoísmo y la inmoralidad de reivindicar a la dictadura cívico militar, negando los delitos de Lesa Humanidad.
Solamente se puede sostener su política de enunciados, destruyendo a la educación pública, reduciéndola a un mecanismo de mercado, donde la oferta y la demanda deben jugar en estas realidades perversas de profundizar la destrucción del Estado solidario.
Milei planteó que este modelo busca generar “una competencia entre instituciones” para mejorar los niveles educativos, pero las experiencias dicen lo contrario. El “voucher educativo” es una propuesta anticuada, segregacionista e irrealizable en términos prácticos, que destruye a la Educación Pública y que ya fracasó en todos los países del mundo en los que se aplicó, provocando que las familias de mejor posición económica pudieran acceder a las mejores escuelas.
La ley 1420, sancionada en 1884, establecía que la educación primaria, gratuita, común, gradual sea obligatoria en nuestro país. Un tema aparte, la laicidad especialmente en las provincias norteñas. En el año 2006 se sanciona la Ley Nacional de Educación donde Argentina se posiciona como uno de los pocos países con educación secundaria obligatoria,acompañada por la ley de financiamiento educativo que lleva del 2% del PBI al 6% del mismo y hoy se está debatiendo en el Congreso de la Nación su incremento al 8%.
Muy pocos países tienen este financiamiento del cual nos sentimos orgullos@s como políticas de estado y que debemos sostener, a pesar de que intentan arremeter contra uno de los derechos humanos más importantes que es el derecho a la educación.
Con el planteo de que la libertad es que cada uno decida qué quiere hacer -política individualista- subyace la idea de la privatización de la educación, de la imposición de los valores del mercado, basados en la meritocracia y la competencia y también en las condiciones laborales de l@s docentes.
El sistema de “vouchers”, pagados por el Estado, subsidia a la demanda, no a la oferta y lo plantean con una irresponsabilidad total. Por lo que nos preguntamos ¿cómo harán los niños de la Puna, de nuestros valles o del interior profundo para poder acceder a este derecho humano que es la educación? ¿El mercado llegará a esos lugares remotos de nuestra gran extensión nacional? ¿Les interesará dar educación a pequeñas poblaciones? ¿Qué harán nuestras juventudes para seguir estudiando, deberán migrar o ser sometidos por la frustración de no poder pagar los estudios superiores?
Por esto, mantenemos que la educación pública es la base para el desarrollo, la innovación, la tecnología, la ciencia, la industria, la economía, el agro, el arte y las diversas actividades que podamos generar. Hay mucho para cambiar, pero siempre desde esta premisa básica: la educación debe ser pública.
Sostenemos que las escuelas, colegios, universidades, son políticas de estado de construcción colectiva, donde seguimos aprendiendo con l@s otros, donde se construye lo colectivo, lo solidario; donde la literatura, la matemática , la geografía, la música, las ciencias, se articulan necesariamente en la construcción ciudadana, en la noción de Patria, de historias comunes, de sentires libertarios, soberanos .Es Obligatoria porque es un Derecho Humano que debe ser respetado tal como lo manda la Ley y nuestra Constitución. La educación pública es Soberanía Nacional, es República.
La Libertad Avanza necesita de una sociedad que no pueda ni tenga la potencialidad de generar pensamiento, propuestas para garantizar la calidad de vida y profundizar la vida en sociedad, lo colectivo desde el desarrollo personal. LLA es la destrucción de la Patria.
¡Por nuestra Soberanía, por la Patria, defendamos a la Educación Pública! ¡Votemos a Massa!
*Ex ministra de Educación de Tucumán. Ex legisladora provincial.