“Estamos frente a una disyuntiva moral de accionar por la crisis ambiental”

Entrevistamos a Javier Noguera, intendente de Tafi Viejo, acerca de su mirada de la política, la experiencia de gestión y los desafíos de transformar e innovar en materia ambiental en el ejercicio del gobierno.

 

Por Adriana Gil
Fotos: Solana Peña Lasalle

 

 

 

 

 

-¿Cuáles fueron tu primeros objetivos cuando fuiste elegido intendente? ¿En qué cambios y transformaciones pensabas para Tafí Viejo?

Cuando iniciamos la campaña en 2015 nos habíamos propuesto metas para impulsar acciones en salubridad básica, el agua, cloacas, residuos sólidos urbanos, que todo gobierno local tiene que garantizar. Esos tres tópicos en Tafí Viejo venían muy comprometidos, la carencia del agua por ejemplo, que a esta altura ya no lo es. Invertimos no solo en pozos, ahora se está habilitando el 7º sino también la provisión con el viaducto de Dipos era un paso para resolver el problema del agua. Estamos con obras en camino y con la renovación de la red de agua y cerca de universalizar las cloacas, como en el Barrio Los Pocitos, históricamente postergado. También el tópico de los residuos sólidos urbanos y la agenda ambiental de la ciudad son prioritarios en la gestión. Esto ha constituido la base de la gestión en términos territoriales y ha sido estratégico tanto en la primera como en la segunda y aspiro a concluir con esos problemas resueltos definitivamente. A partir de ahí, seguimos lo planteado en 2015 en base a un slogan “De la periferia al centro”, trabajar sobre los barrios más postergados con problemas de infraestructura urbana y familiar, de vivienda precarias. También avanzamos con el programa de mejoramiento de barrios populares y concluimos hace poco con el segundo, el Barrio Calpini, vamos a llegar a todos los barrios populares de la ciudad gracias al Renabap. Pensamos no solo en terminar de urbanizarlos sino abordar el problema de la vivienda. En términos generales, como propuesta a los vecinos siempre estuvo presente el rol del Estado con la perspectiva de suplir muchas de las carencias que tiene una provincia periférica como la nuestra. El sistema capitalista no nos permite muchas veces generar oportunidades. Por ejemplo, este hotel Atahualpa Yupanqui, no existía. El edificio hacía 70 años que estaba botado, desde el primer peronismo, hasta que por impulso del estado municipal se hace una inversión y se lleva el emprendimiento. Esto es un ejemplo de lo que el Estado puede hacer dinamizando la economía o abriendo camino en sectores que no existían acá como el turismo y hoy es una realidad ya tangible en mi ciudad. El mercado municipal es otra inversión que estamos haciendo y la avenida Alem, aspiramos a que la ciudad genere mejores servicios para nuestros visitantes.

-¿Qué impacto tiene el programa de reciclado de residuos sólidos urbanos así como el Eco Bus? ¿Qué significa haber instalado este tema en Tafí Viejo?

Lamentablemente, no forma parte de la agenda política en buena parte de nuestro país pero si forma parte de la agenda de la gente o al menos de las expectativas de querer vivir en espacios más agradables y donde se lleve adelante un tratamiento más civilizado no solo de los residuos sólidos urbanos sino que haya plena conciencia de la crisis ambiental por la que atraviesa el planeta. Hace poco en las Naciones Unidas, un nuevo comité de expertos advirtió que en los próximos veinte años el globo terráqueo va a aumentar su temperatura en al menos un grado y medio, y eso es consecuencia de la acción del hombre. Estamos frente a una disyuntiva moral de hacer las cosas como corresponde, sino nos morimos. El mundo entero está llevando adelante una agenda de descarbonización y no es acompañada muchas veces por la agenda política nuestra pero me parece que hay que hacerlo.

– ¿Qué respuestas ha tenido el programa de parte de la comunidad?

No nos dejó de sorprender nunca lo favorable que ha sido la recepción por parte de los vecinos, mas allá de lo que pueda uno esgrimir desde el punto de vista personal esto se verifica en los hechos. Desde que llevamos adelante la experiencia, hace 4 años, hemos pasado del reciclado de 20 toneladas a más de 250 toneladas mensuales. Hemos crecido exponencialmente, en el material reciclado, en los puntos verdes, arrancamos con un punto verde y este año tendremos el 6to. Llevamos seis años del “Festival de cine Las Yungas” que es una propuesta cultural para acompañar esta trasformación tecnológica que entendemos tiene que ser cultural, es decir que la gente aprenda buenas prácticas de manufactura de residuos, cómo poner en una bolsa los residuos algo que parece sencillo pero no lo es, es un cambio. Este cambio está pasando hoy en buena parte del mundo, gracias creo, al municipalismo, es decir, los gobiernos locales que están asumiendo liderazgos para transformar la agenda ambiental que no existía, por algo tangible. El sistema financiero internacional esta advirtiendo que no va a prestar plata a países que no tengan agenda de descarbonización, las empresas que hacen vehículos a explosión se ponen de acuerdo para dejar de producir estos motores, y el mundo va en esa dirección. Tucumán no puede ser ajena a eso.

-¿Cómo entendés el municipalismo? ¿Qué tipo de gobierno involucra y cómo es el relacionamiento con la comunidad?

Creo es el único gobierno que puede generar trasformaciones sustanciales. Un ejemplo, el medio ambiente, desde el Protocolo de Kioto hasta el encuentro en Madrid, todos los acuerdos internacionales han sido boicoteados por el país que tiene un manejo hegemónico y que es negacionista del cambio climático. Sin embargo, si uno va a EE.UU. ve que sus municipios llevan adelante ambiciosas agendas ambientales, son los gobiernos locales los que alientan esto, se está haciendo desde abajo hacia arriba. Conceptualmente hasta la llegada del Estado nación, podríamos decir que el imperialismo era la categoría dominante por la cual se podía entender la política. Creo que el siglo XXI es el siglo del municipalismo, los Estados nación hoy no están dando respuesta a las necesidades de los ciudadanos de a pie y eso se ve en las diversas transformaciones locales.

– ¿Cuáles son tus ideas para fomentar e instalar el tema del reciclado con tus equipos de trabajo y de ahí extenderlo a la comunidad?

Claro, no es fácil de explicar ni de llevarlo a la práctica. Siendo secretario de Ciencia y Técnica había vivenciado las tecnologías vinculadas a los residuos sólidos urbanos. Rememoramos muchas veces los inicios de gestión, pasamos de ordenarle al secretario de Hacienda que compre una prensa y que no entendiera para qué, hasta formar un pequeño grupo de colaboradores que hoy creció y está muy comprometido. Hoy tenemos equipos muy consistentes que a lo largo de este trayecto de 4 años han visto estas transformaciones. Un equipo humano es mucho más importante desde lo cultural, comunitario que como una cuestión tecnológica propiamente dicha.

-Si hablamos del municipalismo y del particular gobierno que implica ¿cuáles son los actores fundamentales para la gestión municipal?

A quien le gusta la política, ser intendente es el mejor lugar en el que se puede estar. Estás en contacto directo con la gente, actores fundamentales, y por supuesto, desde el punto institucional y político son importantes los concejales y el funcionariado que tiene que tener un gobierno local altamente competente porque es la primera ventanilla del Estado y la gente exige todo, y con razón y derecho. Desde cuestiones de violencia de género o de vivienda, pasando por todas las expectativas de la gente con respecto al Estado que debe responder de manera idónea a las demandas. Y para eso, gran parte de las dificultades que advierto en el municipalismo nuestro tiene que ver con la carencia de cuadros técnicos y a veces políticos más comprometidos con el territorio.

-¿Cuál es el sentido que tiene la política para vos y cuál es tu mirada sobre la democracia en nuestro país?

Siempre entendí a la política como una vocación de servicio, una herramienta de transformación de la realidad, la única herramienta. En el ‘83 tenía 13 años, he vivido la experiencia del renacimiento de la democracia, además de sufrir desaparecidos, cargo esa historia con pasión y responsabilidad. Veo, a veces con escepticismo y frustración, algunas dificultades que tiene nuestro sistema democrático para salir adelante.

-¿Crees que son necesarias nuevas formas de hacer política y cuáles podrían ser?

Me parece que donde vivimos nosotros, en la provincia en la que estamos, en la ciudad en la que estoy, uno tiene que pensar en las políticas donde habita y donde puede transformar, no la política en abstracto.

-¿Cómo es la relación con la comunidad y el territorio?

El político tiene que estar siempre acompañando a la gente, no en posiciones vanguardistas, como un faro de iluminando el destino sino acompañando los procesos políticos. Más que la cuestión conceptual me parece que la cuestión geopolítica es importante. ¿A qué me refiero? No es casual que en 1816 se haya declarado en Tucumán la independencia, si uno ve el mapa de los Jesuitas de 1700 advierte que era el ombligo del mundo, el nexo que vinculaba el Virreinato del Río de la Plata con el del Alto Perú. Era el lugar de reunión obligada y esa centralidad se expresaba desde el punto de vista social, político, económico, cultural, todo eso representaba Tucumán. Esa centralidad fue transformándose en marginalidad y letanía, hoy estamos a 1400 km del puerto, no estamos en el centro, nos transformamos en una región periférica y desde ahí nos tenemos que pensar en la política y específicamente también desde el rol del estado. No es lo mismo la política pensada aquí, y siempre lo discuto con mis amigos porteños del Frente de Todos que tienen categorías diferentes para pensar la política porque tienen una agenda diferente. Para el porteño la agenda de la vivienda es de alquiler y la ley de alquileres, o la gente que está viviendo en la calle y se piensa vivienda para esa gente. Esa no es la agenda en una ciudad como la mía, la cual pasa por gente que vive en condiciones miserables, techos que se llueven, hacinamiento, baños mugrientos, esos son los problemas de vivienda que tenemos nosotros. Desde esa perspectiva nos tenemos que pensar en el rol del Estado. Otra es la perspectiva del político que vive en el centro donde está todo resuelto, que en el futuro y el presente se esperan los brotes verdes, las grandes inversiones que, si te pones a ver en los últimos cien años, siempre han ido al puerto, no vienen acá. Entonces, uno tiene que pensar desde nuestra geolocalización el rol del Estado y acá se espera que ese rol sea más dinámico, mas emprendedor en áreas donde no podemos esperar que el capital privado aparezca. Acá en 70 años no apareció ningún mecenas diciendo voy a invertir un palo verde, capaz que eso ocurra allá en el puerto donde invierten porque sabe que va a ir gente a gastar. En consecuencia, acá es importante el acompañamiento del Estado, incluso en áreas donde normalmente no lo hace como en el caso de los residuos sólidos urbanos que, generalmente se tercerizaba. O el caso de los colectivos donde creo que el Estado tiene que tener un rol mucho más activo, intervenir y garantizar el transporte público. Hay cosas que podemos materializar con un Estado innovador, emprendedor de ciertas actividades que otros sectores no lo van a hacer.

-¿Crees que lo del puerto además se profundiza dejando zonas, regiones cada vez más periféricas?

Sin dudas estamos en desventaja enorme y con una asimetría de más de 200 años que sigue profundizándose. Un chico que nace en mi ciudad no tiene las mismas posibilidades que un chico que nace en Capital Federal, y es argentino y tiene la misma constitución, las mismas leyes. Claramente, hay una asimetría que no se ha corregido y tiene que ver con cómo se distribuye el subsidio al transporte público, los planes de vivienda, los recursos en general, cómo se cobra la electricidad, en todo estamos desfasados, creo que hay mucho para corregir.

-¿Cuál es tu mirada sobre el proceso de politización, especialmente de la juventud, durante los gobiernos kirchneristas?

Ha sido la experiencia política más relevante que mi generación ha tenido. Ha demostrado en tres gestiones que, un país periférico con dificultades por su geolocalización para insertarse en el mundo, y con las enormes dificultades al asumir Néstor, puede superarlas con imaginación, determinación y un rol activo del Estado. Pero no sólo lo demostraron los gobiernos de Néstor y Cristina sino que hoy en el mundo hay suficiente demostración empírica de gobiernos que han sido eficaces para resolver problemas. Es cuestión también de inspirarse en otros modelos, hace unos años era inimaginable pensar que China pueda resolver la situación de 870 millones de personas en pobreza extrema y sin embargo, en 20 años lo han resuelto. Hay horizontes que uno no imaginaba que se podían abordar y, sin embargo, hoy se están resolviendo con agendas públicas bien orientadas.

-¿Cómo pensás tu carrera política a futuro?

Me gusta mucho el trabajo que hago (risas) y creo que lo hago bien y me gustaría poder quedarme, tengo la limitación constitucional que no nos lo permite. Hoy en la provincia y en el país hay una situación política muy compleja, venimos de una interna que ha sido dolorosa para todos y es momento de una profunda reflexión hacia adentro para ver que vamos a hacer este año. En estos momentos en lo personal no puedo anticipar nada porque formo parte de un espacio que tiene una conducción política que todavía no se ha expresado.

-¿Qué balance haces de estos dos años de pandemia, de la crisis que ha dejado el macrismo y que esperanzas tenés para el futuro?

Venimos de dos años muy difíciles, ha sido también muy dificultoso torcer el rumbo dramático que le puso el macrismo, ahora el yugo del Fondo Monetario y los condicionantes externos. Es muy difícil para el país estabilizar la economía, a pesar del crecimiento de 2021 se ha licuado todo con la inflación. Espero que este año sea de crecimiento, que la inflación pueda ser dominada y que felizmente este crecimiento se sostenga. En ese sentido, soy optimista, creo que las cosas pueden andar y espero que por la suerte de Alberto y de Cristina tengamos todos los argentinos las expectativas de que las cosas mejoren.

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