La realidad en primera persona
La experiencia de niños, niñas y adolescentes de la Comisión de Participación del Colectivo de Derechos de Infancia y Adolescencia de Argentina ante el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, abre nuevas posibilidades para lxs NNyA de nuestro país como defensores de DDHH y participantes activos en esta discusión.
Por Florencia Vallino*
La participación de niños, niñas y adolescentes (en adelante NNyA) en la discusión de la política pública sigue siendo un campo en disputa, donde se juegan diferentes tensiones atravesadas por una concepción adultocéntrica profundamente arraigada. En el último período de sesiones del Comité de los Derecho del Niño, el 3 de octubre pasado, participaron por primera vez lxs NNyA de Argentina, representantes de la Comisión de Participación del Colectivo. El Colectivo de Derechos de Infancia y Adolescencia de Argentina, una coalición nacional de redes y organizaciones que representa ocho provincias y trabaja desde 2001, cuenta con una Comisión de participación protagónica de NNyA, conformada en 2010 por lxs NNyA representantes de las organizaciones miembros, para desarrollar acciones de promoción e incidencia que transformen su realidad. Si bien el Colectivo presenta Informes Alternativos desde 2001, cuando Argentina empezó a ser examinada por el Comité, en esta oportunidad se desarrolló un proceso de investigación acción participativa junto a NNyA para la construcción de su propio Informe Alternativo para el Comité. Este proceso empezó en junio de 2016 y durante más de un año se desarrollaron encuentros locales, provinciales y nacionales en los cuales lxs NNyA de la Comisión pudieron elegir sobre qué investigar, cómo investigar y luego compartir los resultados de las experiencias que se llevaron adelante en cada provincia.
Lxs NNyA hicieron mapeos de sus barrios, aplicaron encuestas a otrxs jóvenes, y recolectaron historias de vida. Las herramientas elegidas por ellxs mismxs, les permitieron repensar su realidad desde nuevos lugares. Los mapeos de sus barrios lxs llevaron a identificar los espacios e instituciones estatales y no estatales en los distintos territorios, de modo de problematizar la presencia del Estado en los distintos territorios. La aplicación de las encuestas a otrxs NNyA les permitió descubrir realidades diferentes. Las historias de vida facilitaron el reconocimiento de que las situaciones que les tocan vivir, no son casos aislados sino que son situaciones compartidas: “Esta historia me parece muy conocida. Parecida a otras que conozco. Me recuerda a otros de mi barrio. Me recuerda al territorio en el que vivimos. Algunos que no están y otros que están perdidos”, menciona unx de lxs participantes a partir del análisis de las historias de vida.
Dos adolescentes de la Comisión, Nazarena, de Tucumán y Tamara, de Buenos Aires, viajaron a Ginebra y participaron de una sesión junto a lxs miembros del Comité. Las adolescentes se presentaron, contaron acerca del proceso de investigación, de los resultados encontrados, de sus conclusiones. Denunciaron cómo el consumo problemático de sustancias afecta a NNyA de todo el país, especialmente de los barrios más pobres, sus barrios, en los que se conjugan respuestas defectuosas en materia de salud; un sistema educativo expulsivo; y un entramado de violencia policial que gestiona el delito en los barrios. Compartieron cómo muchxs NNyA de todo el país que no encuentran respuestas, llegan al suicidio; cómo las organizaciones resisten para contenerlxs, para ser una alternativa. Lxs comisionadxs las escucharon atentxs y les hicieron preguntas, que una a una de forma pausada y segura contestaron. Durante una hora intensa de intercambio pusieron en palabras su realidad y la de lxs jóvenes a lxs que representaron, sus vecinxs, sus amigxs, sus compañerxs. Hacia el final, mientras lxs comisionados les agradecían su coraje, se nos escaparon las lágrimas a todxs. Por la bronca, por la emoción, por la esperanza.
Utilizar estos mecanismos internacionales de DDHH es una herramienta más con la que contamos como sociedad civil para incidir en las políticas públicas. El próximo año el Comité emitirá sus recomendaciones al Estado, sobre cómo debería avanzar nuestro país en la garantía de los derechos de los niñxs. Esperamos que el Comité retome las demandas expuestas por las adolescentes. Pensar cómo lxs NNyA también utilizan estos mecanismos, nos interpela a todxs, incluido el sistema mismo.
*Coordinadora del Equipo de Derechos de Niñez y Adolescencia, Andhes